Conformismo:
Otro de los enemigos de la autoestima. ¿Qué es el conformismo? ¿Quién lo padece? En una forma sencilla de explicar; es la práctica de quien fácilmente se acomoda a cualquier circunstancia o círculo de influencia de carácter social, religioso o sentimental. Esto se debe a un problema de autoestima, que tiene su raíz en la inseguridad y el miedo.
La actitud de un conformista se caracteriza por un estilo de vida muy particular. Por ejemplo: Es sedentario, rutinario, cómodo, pasivo, no se arriesga, es mediocre, es moralista, se aferra a tradiciones, se limita, se critica, se subestima, no cree en sí mismo, no se siente capaz, etcétera.
Alguna vez todos hemos transitado por el camino del conformismo, con la excepción de algunas personas que deciden vivir en esa condición, debido algún fracaso, tropiezo o alguna adversidad de la vida, entonces pierden el interés por vivir; Se vuelven apáticos, indiferentes, se rinden, se entregan y naufragan sin brújula a las buenas de algún viento que los empuje a la orilla.
La no conciencia de su autoestima, lo hace vulnerable, desprovisto, extraño de sí mismo, sin saber cómo manejar la frustración, renuncia al derecho de intentarlo de nuevo, se resiente, se amarga y se auto consuela así mismo, diciéndose: “Algún día las cosas serán diferentes. No hay mal que dure cien años”, etcétera. EL conformista tiende a deprimirse. El conformista por lo general no aspira, no sueña, no se visualiza siendo grande. Se niega así mismo, no toma riesgos, le tiene miedo a lo desconocido, lo seguro para él es su área de confort. El conformista hace del miedo su demonio mascota.
El lenguaje más común que he oído a través de la profesión en personas conformistas es: No sé, no puedo, no creo, no entiendo, no soy bueno para eso; Con ese lenguaje desvalorizado, empobrecido y de excusas perpetúa en su conformismo, negándose el derecho a reinventarse y explorar nuevas opciones. Desconoce su potencial, no es cociente que en él hay mil posibilidades para una mejor calidad de vida.
Mientras elaboraba el tema me vino un recuerdo de la Biblia:
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Romanos 12:2
Me llama la atención, que Dios y la ciencia hayan coincidido en el tema del conformismo. Sería muy conveniente a considerar la opinión de ambos, pues nos tren luz y esperanza en tiempos de tinieblas.