El Perdón es una Virtud:
Se le acercó el discípulo Pedro y le preguntó: Señor, ¿Cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí?, ¿Hasta siete? Jesús le dijo: no te digo hasta siete, sino aún hasta setenta veces siete.
La pregunta de Pedro desató la sabiduría de Dios. Primero, reconfiguró el marco pensante de Pedro. La tradición judía enseñaba que el perdón se podía dar hasta tres veces. Segundo, estableció el principio del perdón, el Señor le dijo: no siete, sino setenta veces siete; es decir, que el perdón no tiene límites.
Perdonar no es una opción, sino una decisión basada en obediencia a Dios, porque el perdón es un acto espiritual. Pero hay que tomar en cuenta antes de dar un perdón un punto importante que la mayoría ignoran o desconocen.
Cuando perdonamos debemos involucrar el aspecto emocional, porque antes de perdonar, se debe tratar la herida hecha en tu contra. Un ejercicio terapéutico que yo recomendaría sería: escribir una carta dirigida a la persona que te causó la herida, dejándole saber con detalles el impacto emocional que causó en tu vida, y cómo afectó tu autoestima.
Terminada la carta, se lee la carta en voz alta tres veces, si cuando lees te das cuenta que faltó algo, le agregas lo que faltó. La lees una vez más en voz alta, con la intensidad que sientas al leer, de esta manera estarás expresando el sentimiento asociado con la herida.
Terminado este ejercicio, entonces, estás listo para dar el perdón. Te suguiero un modelo de oración así: yo elijo por voluntad propia, y por obediencia a Dios, perdonarte la herida que me causaste en el nombre de Jesucristo. ¡Amén! Una vez trabajada la emoción y otorgado el perdón, ahora puedes destruir la carta como mejor creas conveniente.
Te dejo dos recomendaciones antes de escribir la carta: escribir la carta en una libreta, y no en teléfono. El ejercicio terapéutico debe hacerse en privacidad e intimidad, en un espacio donde no haya interrupción de ningún tipo. Y por último, te quiero compartir siete razones para perdonar:
1. El perdón es una virtud.
2. El perdón es la naturaleza de Dios.
3. Debo perdonar por obediencia, sino lo hago, Dios tampoco me perdona a mí.
4. Cuando perdonamos irradiamos la justicia, la misericordia, y el amor de Dios.
5. Debo perdonar a los que me hicieron mal, porque Dios por medio de su Hijo Jesucristo me perdonó a mí.
6. Debo perdonar a los que me hicieron mal, porque si no lo hago; el resentimiento, la rabia, la amargura, el odio y la venganza controlarán: mis pensamientos, mis emociones, mis decisiones y mis acciones.
7. Debo perdonar a los que me hicieron mal, porque yo mismo necesitaré más perdón en el futuro. Muchos murieron sin perdonar, muchos están enfermos por no perdonar. Es tiempo de perdonar, no vale la pena seguir atrapado en el pasado, quitándote la bendición de vivir la vida en su plenitud y felicidad.