Un hijo: traer un hijo a la vida no solamente es un evento biológico, y aunque la mayoría tenemos la capacidad de procrear, ser padre implica más que eso.
Es fundamentalmente un acto de amor, con el compromiso de atender las necesidades intrínsecas para el desarrollo del hijo; de garantizarle las óptimas condiciones para su desarrollo integral: mente, cuerpo, espíritu, y social.
Ser padre no es un derecho que se derive de la edad física, ni de las condiciones del órgano sexual. Es más bien la conciencia, de darle al otro la vida y lo mejor de sí, garantizandole al hijo: presencia, formación, educación, disciplina, recursos, protección y apoyo.
Es cuidarlo, protegerlo y guiarlo como ser humano en su conciencia propia, en su autoestima, valoración, respeto y dignidad propia, en su visión de la vida y responsabilidad por sí mismo. Para ser padre, habría que tener una clara conciencia del significado del vínculo, la relación, las competencias y desempeño para las funciones de padres.
El derecho se tiene cuando se tiene la conciencia, el compromiso y la responsabilidad, para garantizarle el contacto al hijo. Se tiene derecho cuando el hombre o la mujer se han ido preparando para la misión, función y desempeño; convirtiéndose en la referencia y modelo a seguir para el hijo.
No basta concebir, ni parir, es necesario: formarlo y modelarlo congruentemente; ofreciéndole y garantizándole al recién nacido: presencia, contacto, información y las referencias; para el desarrollo de su autoestima y las competencias para la vida. Un hijo por derecho, merece recibir lo mejor de sus padres en todo lo sentidos.
Un hijo es una persona que viene a este mundo, para crecer y desarrollar su propósito de vida, para vivir su propia vida con las garantías que necesita para su crecimiento y desarrollo. Un hijo exige dedicación, algo más que la improvisación empírica y el control de muchos. Un hijos necesita que se le garantice las óptimas condiciones para la vida: valores, principios, ética, respeto, bienestar, estabilidad y protección.
Los padres deberían preguntarse antes de ser padres, ¿cuál es la verdadera motivación?, ¿con qué cuentan?, ¿qué tienen para ofrecerle a ese hijo?, ¿qué oportunidades tienen para ofrecer para ayudar a su desarrollo? Dar vida a un ser humano; es sin duda un acto de amor incondicional,deresponsabilidad, compromiso, generosidad y de trascendencia.
Los padres debiesen asegurarse de prepararle a ese hijo, las mejores condiciones para un desarrollo integral con todas las oportunidades. La no conciencia de muchos, hace que se le desgracie la vida a muchos otros, por falta de un proyecto familiar, por la no conciencia y por la comodidad, que los privan de tener claridad en el propósito de sus funciones, desempeño y responsabilidad para ser padres efectivos.
El niño necesita que se le respete su derecho a vivir una vida con sentido propio, respeto, dignidad, autonomía, congruencia y todas las oportunidades que necesita para su desarrollo y crecimiento. Y vosotros padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en la disciplina e instrucción del Señor. Efesios 6:4
Mi recomendación: si hubo algún hijo que se sintió identificado con el tema, sería oportuno y saludable; tomar la valiente y sana decisión, de reconciliarse con sigo mismo y con sus padres. Ningún hijo tiene licencia para ser juez de sus padres; independientemente que ellos hayan fracasado en sus funciones, desempeño, y responsabilidades como padres. El rencor es tóxico y amarga, rompe los vínculos; y detona enfermedades psicosomáticas.
Dios en su sabiduría, estableció un mandamiento con promesa para los hijos. No te pierdas esta bendición de Dios, el único requisito para activar la bendición, es obediencia voluntaria:
Hijos, obedecer en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.
Efesios 6:1-3